
Emprender en Lima tiene sus particularidades: una economía cambiante, un mercado competitivo y clientes exigentes. En ese contexto, muchos cometen errores financieros que podrían evitarse con un poco más de información y planificación.
Aquí te comparto tres de los más frecuentes:
1. No tener un presupuesto mensual definido.
Muchos emprendedores trabajan “al día”, sin una planificación clara de ingresos y egresos. Esto genera desorden, deudas innecesarias y una falsa sensación de rentabilidad. Lo ideal es crear un presupuesto mensual con categorías claras: producción, marketing, sueldos, logística, etc.
2. No considerar todos los costos operativos.
Algunos solo toman en cuenta los costos visibles (materia prima, delivery, empaque), pero olvidan otros igual de importantes: energía eléctrica, comisiones de pasarela de pago, mantenimiento de equipos, etc. Un buen ejercicio es revisar tus últimos tres meses de gastos y agruparlos por tipo para entender mejor tu estructura de costos.
3. No ahorrar ni reinvertir.
Muchos emprendedores retiran todas las ganancias pensando que el negocio “ya está dando”, pero olvidan que una parte debe reinvertirse para crecer: mejorar maquinaria, contratar personal, o lanzar una campaña. Y sí, también deberías tener un fondo de emergencia empresarial (mínimo 3 meses de gastos operativos).
Prevenir estos errores te dará una base más sólida y te permitirá crecer con menos tropiezos.
3. ¿Debería Formalizar mi Negocio? Beneficios Clave para Emprendedores Peruanos
Muchas personas en Lima emprenden desde la informalidad por miedo a los impuestos o a la “tramitología”. Pero lo cierto es que formalizarse trae una serie de beneficios que pueden marcar la diferencia en la estabilidad y crecimiento de tu negocio.
Beneficios concretos:
- Acceso a créditos con mejores condiciones. Un negocio formal tiene historial, lo que te permite acceder a financiamiento para crecer.
- Participar en ferias, licitaciones y convenios. Muchas oportunidades de negocio están disponibles solo para empresas formales.
- Credibilidad ante clientes y proveedores. Tener RUC, emitir boletas o facturas y estar registrado legalmente genera confianza.
- Protección legal. Puedes registrar tu marca, firmar contratos y evitar que otros se apropien de tus ideas o productos.
¿Cómo empiezo?
El camino más simple es registrarte como persona natural con negocio o crear una EIRL o SAC. Puedes hacer el proceso por Internet a través de SUNARP y SUNAT, o acudir a un Centro de Desarrollo Empresarial (CDE) para que te asesoren gratuitamente.
Formalizar tu negocio no es un gasto, es una inversión. Te permite competir en serio, proyectarte a largo plazo y construir un legado sólido.